La Calle Mayor de Alcalá de Henares
Índice del artículo
- Historia de la Calle Mayor de Alcalá de Henares
- Los soportales de la Calle Mayor: arquitectura única en España
- Qué ver en la Calle Mayor de Alcalá de Henares
- Recorrer la Calle Mayor hoy: ambiente y experiencia
- Preguntas frecuentes sobre la Calle Mayor
La Calle Mayor de Alcalá de Henares esconde secretos que suelen pasar desapercibidos para los turistas.
Con sus 396 metros de soportales, es la calle porticada más larga de España y un testimonio vivo de ocho siglos de historia comercial ininterrumpida.
Historia de la Calle Mayor de Alcalá de Henares
Caminar por la Calle Mayor es recorrer ocho siglos de historia comercial ininterrumpida. Nació en el siglo XII siguiendo el trazado de la antigua calzada romana Caesar Augusta que atravesaba Complutum (el nombre romano de Alcalá), convirtiéndose más adelantes en el corazón de la aljama judía medieval. Si quieres saber más sobre Complutum, reserva gratis el Alcalá de Henares free tour.
La judería medieval y el origen comercial (siglo XII-1492)
Durante la Edad Media, esta vía se conocía como la Calle Mayor de la Judería. Los comerciantes hebreos vivían en el piso superior, conectados por galerías que les permitían comunicarse sin bajar a la calle, mientras sus tiendas ocupaban la planta baja. La estructura soportalada protegía las mercancías del clima y facilitaba su exposición al público.
El barrio contaba con 32 adarves o pasadizos que se cerraban cada noche, creando auténticas plazas interiores con más de 20 viviendas. El Corral de la Sinagoga Mayor, en el actual número 35, tenía salidas a tres calles diferentes: Carmen Calzado, Escritorios y la propia Calle Mayor.
Todo cambió en 1492 con la expulsión de los judíos decretada por los Reyes Católicos. Sin embargo, la vocación comercial de la calle pervivió, adaptándose a los nuevos tiempos y manteniendo su papel como eje económico de Alcalá.
Las mirillas: ingenioso sistema de vigilancia y comunicación
Uno de los elementos más fascinantes son las seis mirillas medievales que aún se conservan, visibles en los números 13, 32 y otros puntos. Cuando las vi hace unos días, me explicaron que estos agujeros cuadrados de unos 10 centímetros en el techo de los soportales tenían una doble función.
Los comerciantes judíos las usaban para identificar a los visitantes sin abrir la puerta. Si reconocían a la persona adecuada, le pasaban la llave a través del agujero para que abriera y subiera. Este sistema era especialmente útil durante épocas de tensión, cuando había que extremar las precauciones antes de permitir el acceso a las viviendas.
Los soportales de la Calle Mayor: arquitectura única en España
Los 396 metros de soportales continuos convierten a esta vía en la calle porticada más larga de España y la segunda de Europa, solo superada por el pórtico de San Luca en Bolonia. Pero su valor va más allá de las cifras: es un libro abierto de arquitectura evolutiva.
De pies derechos de madera a columnas de piedra
La transformación arquitectónica comenzó con el arzobispo Pedro Tenorio en el siglo XIV y continuó con Carrillo de Acuña y el Cardenal Cisneros. Entre los siglos XIV y XVI, los antiguos pies derechos de madera fueron sustituidos por columnas de piedra, muchas procedentes de las ruinas de la antigua Complutum romana.
Actualmente, la calle cuenta con 242 soportes verticales: 29 columnas cilíndricas originales y 213 pilares cuadrados añadidos en el siglo XIX. Las columnas antiguas son fáciles de identificar por su forma redonda y orden toscano, aunque algunas presentan volutas corintias que delatan su origen romano.
Las columnas pintadas del Siglo de Oro
Un detalle que pasa desapercibido para muchos visitantes son los restos de pintura roja y azul en algunos capiteles. Durante las grandes celebraciones del Siglo de Oro, toda la calle se engalanaba policromando las columnas con estos colores festivos.
Esta tradición decorativa convertía la Calle Mayor en un escenario teatral durante las visitas reales, bodas principescas o festividades religiosas. Los colores vibrantes transformaban los grises soportales en un espacio de celebración que impresionaba a propios y extraños.
Qué ver en la Calle Mayor de Alcalá de Henares
La Calle Mayor concentra algunos de los monumentos más importantes de Alcalá. Cada edificio cuenta una historia que se entrelaza con el devenir de España.
Casa Natal de Cervantes y las estatuas más fotografiadas
En el número 48 se encuentra la recreación de la Casa Natal de Miguel de Cervantes, levantada sobre el solar original donde nació el escritor en 1547. Es una digna representación de una residencia castellana del siglo XVI, con mobiliario de época y una importante colección bibliográfica.
Justo enfrente, las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza sentados en un banco son paradas obligatorias. Cuando estuve allí al mediodía, había cola de turistas esperando para hacerse la foto con estos personajes inmortales. Es curioso ver cómo todos adoptan la misma pose, sentándose entre ambas figuras.
Corral de la Sinagoga: vestigio de la antigua judería
Entre los números 35 y 37 se abre el pasadizo hacia el Corral de la Sinagoga, uno de los espacios más evocadores del pasado hebreo. El callejón conduce a la actual plaza de los Irlandeses, que fue el centro de la sinagoga mayor donde la comunidad judía realizaba sus oficios religiosos.
Una de las entradas conserva la antigua puerta con la que se cerraban los patios por la noche, mientras que la entrada del número 37 mantiene el empedrado original del siglo XV. Es uno de esos lugares donde el tiempo parece haberse detenido.
Hospital de Antezana: 500 años curando enfermos
Fundado en 1483, el Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia o de Antezana es una institución única: lleva más de cinco siglos funcionando ininterrumpidamente como centro sanitario. Es el hospital en activo más antiguo de España.
Su patio renacentista con columnas de granito y galería de madera es una joya arquitectónica. En su iglesia se conservan obras de arte sacro de gran valor, incluyendo un Cristo de la Agonía atribuido a Luis de Morales.
Recorrer la Calle Mayor hoy: ambiente y experiencia
La Calle Mayor mantiene su esencia comercial ocho siglos después de su fundación. Es el corazón de la vida en Alcalá, donde se mezclan estudiantes, turistas y alcalaínos en su quehacer diario.
Vida comercial bajo los soportales
Los soportales albergan todo tipo de comercios: librerías especializadas, tiendas de moda, heladerías artesanales, bancos y oficinas. Desde 1986, cuando se peatonalizó, las terrazas de bares y restaurantes han colonizado el empedrado, creando un ambiente mediterráneo único.
Vi que la calle estaba bastante llena de gente a pesar de ser viernes a mediodía. Los alcalaínos la suelen usar como atajo natural entre la Plaza de Cervantes y la Catedral, mientras los turistas pasean admirando la arquitectura y observando las tiendas.
Mejores momentos para visitarla
Mi experiencia de septiembre con sol del mediodía estuvo bien: los soportales protegen del calor mientras se disfruta del ambiente. Las mañanas de fin de semana son ideales para verla con calma, cuando los comercios abren y las terrazas empiezan a animarse.
Al atardecer, es cuando hay más ambiente en las terrazas, con complutenses tomando el vermú o cenando bajo los soportales.
Preguntas frecuentes sobre la Calle Mayor
¿Cuánto mide la Calle Mayor de Alcalá?
La Calle Mayor tiene 396 metros de longitud y 8 metros de ancho, con soportales en ambos lados que la convierten en la calle porticada más larga de España.
¿Por qué tiene soportales la Calle Mayor?
Los soportales se crearon en el siglo XII cuando era el centro comercial del barrio judío. Permitían exponer la mercancía protegiéndola del clima y crear viviendas en el piso superior.
¿Dónde está la Casa de Cervantes en la Calle Mayor?
La Casa Natal de Cervantes está en el número 48 de la Calle Mayor, en una recreación de vivienda castellana del siglo XVI sobre el solar original donde nació el escritor.
¿Desde cuándo es peatonal la Calle Mayor?
La Calle Mayor es peatonal desde 1986, cuando se cambió el asfalto por empedrado y se prohibió el tráfico excepto para carga y descarga en horario restringido.
¿Qué son las mirillas de la Calle Mayor?
Las mirillas son agujeros cuadrados de unos 10 cm en el techo de los soportales que usaban los comerciantes judíos para ver quién llamaba y echarles las llaves si era visita deseada.